martes, 31 de julio de 2012

Cambio de papeles.

He soñado contigo. Sólo estábamos tú y yo, no había nadie más; pero algo había que hacía que diferenciase con claridad la vigilia del sueño, por lo menos esa noche...

Esta vez, eras tú quien me elogiaba en cualquier momento para hacer que me sintiese bien, sin pedir nada a cambio, simplemente porque te apetecía; eras tú quien me proponía planes para vernos y estar juntos; eras tú quien estaba muy pendiente de mí, preocupándote en todo momento en si estaba bien o no; eras tú quien, a pesar de mis malas contestaciones y mi mal humor, luchaba por sacarme una sonrisa hasta conseguirlo; eras tú quien ponía interés en que la relación que teníamos siguiese adelante...

Esta vez era yo el pasota, al que le daba igual todo; era yo quien dejaba un tema sin hablar pensando que ya se arreglaría sólo; era yo quien parecía que no tenía sentimientos; era yo el que siempre llevaba la razón, y nunca daba su brazo a torcer aún sabiendo que no llevaba razón alguna; era yo el que nunca pedía perdón, porque nunca creí que tuviese yo la culpa...

¡Vaya! Una pena que sólo fuese un sueño...

miércoles, 25 de julio de 2012

Errores.

Desafortunadamente, todo humano comete errores; unos más, otros menos, pero todos los tenemos alguna que otra vez. Nadie es perfecto.

A veces, dichos errores, nos sirven para aprender, para no volver a tropezar con la misma piedra, para crecer como personas y madurar gracias a ellos, aunque supongo que esto no nos pasa a todos ya que, aún viendo y sabiendo que lo que estamos haciendo en muchas ocasiones es en vano, seguimos intentándolo, ciegamente. Llega un momento, a veces tardío, que logras abrir los ojos y darte cuenta de que lo que has estado o estás haciendo es perder el tiempo; es decir, cometes el error de gastar tiempo tontamente en algo o alguien que, en verdad, no merece la pena, pero siempre acabas dándote cuenta de dicho error y logras superarlo y no volver a cometerlo.

La mejor forma de no volver a cometer errores es a través de la experiencia. Una persona que ha cometido un error y se ha dado cuenta de que lo único que ha acarreado haberlo hecho han sido cosas malas, tiene más posibilidades de no volver a cometerlo que una persona que se crea que no comete nunca errores. De los errores se aprende, no sirve de nada equivocarse si no vas a aprender de ello e intentar que no vuelva a ocurrir.

miércoles, 11 de julio de 2012

Casualidad.

Vuelta a lo mismo, recapacitemos un poco más sobre la vida.

¿No os resulta una tremenda casualidad que en esta vida, en esta época, en este instante, haya personas con las que tengamos tantas cosas en común? Estas veces que te encuentras con alguien y le conoces más y más y te das cuenta de que tenéis mil cosas en común, y que, joder, qué casualidad que se haya cruzado en tu camino...; esa persona correspondida con la que compartes miles de cosas y que conociéndola más, te das cuenta de que podría ser la mujer o el hombre de tu vida...

Qué casualidad que haya en el mundo no sé cuántas mil millones y millones de personas, y coincidas con la persona que quizá te haga feliz durante el resto de tu vida, aún siendo simplemente un amigo... Esa persona que la ves sonreír, y sonríes; que la ves triste, y vas corriendo a hacerla sonreír; esa persona que siempre está en tus recuerdos buenos, y también en los malos, intentando convertirlos en algo mejores;...


Reflexionándolo bien, si esa o esas personas que han aparecido en nuestras vidas tienen tanto en común con nosotros mismos, será por algo... En fin, casualidades de la vida.

lunes, 9 de julio de 2012

¿Cuántas veces...?

¿Cuántas veces no habremos soñado con la persona que nos gusta y con lo que nos gustaría hacer con ella? ¿Cuántas veces no habremos soñado cosas que nos gustaría que pasaran, como volver a ver a ciertas personas que no volveremos a ver nunca más? ¿Cuántas veces no habremos soñado con que nosotros o un ser querido es herido, o con que alguien cercano a nosotros se muere?

Cada sueño es un universo inmerso dentro de nosotros mientras dormimos. Nuestras esperanzas, ambiciones, deseos y miedos constituyen una vía de acceso a realidades que están más allá del alcance de la lógica. Los sueños son la manera por la cual el subconsciente considera y procesa todos los problemas que se encuentran en nuestra propia vida despierta.

Dicen que muchos de los sueños que tenemos son porque aquello que soñamos, lo deseamos, lo añoramos. La verdad es que de todos los sueños que he tenido y que haya recordado o recuerde ahora mismo, la gran mayoría, por no decir todos, han sido de aquello que quiero o que echo de menos... ¿A quién no le ha pasado eso de que estás soñando con lo que más te gusta en el mundo y notas que te despiertas, y lo único que haces para no despertarte es cerrar los ojos con todas tus fuerzas? Y lo siguiente a esto seguro que es volver a intentar conciliar el sueño de nuevo para volver a soñar con lo que felizmente estábamos soñando antes pero... ¡Qué ilusos somos!

miércoles, 4 de julio de 2012

Lucha.

Muchas veces te paras a pensar un instante si lo que estás haciendo por esa persona es lo adecuado; si alguna vez conseguirás todo eso que te propones con ella; si todo el tiempo que has estado o estás gastando con y por ella se verá recompensado en un futuro; si ella sentirá lo que tú sientes cuando estáis juntos; si cuando no estáis juntos piensa en ti tanto como tú en ella; si te quiere tanto como la quieres tú;...

Muchas veces también nos preguntamos: ¿querré de verdad saber si lo estoy haciendo bien? ¿No os ha pasado alguna vez que te enamoras o te encaprichas por alguien, y aún sabiendo que casi el 100% de tus posibilidades son nulas, quieres seguir intentándolo?

Por lo que mi experiencia me dice, las personas estamos obcecadas en conseguir un determinado fin, tengamos posibilidad o no de lograrlo, pero creo que, en vez de rendirse, lo mejor es luchar por dicho fin e intentar conseguirlo porque, quizá sea mejor intentarlo y perder, que vivir sin saber si lo pudiésemos haber conseguido.