domingo, 24 de marzo de 2013

Mi 21 cumpleaños.

Hace casi casi casi exactamente un año, el 25 de Marzo de 2012, fue uno de los mejores días de mi vida.

Todo empezó tranquilo, un día normal, exceptuando que en vez de ser una merienda con la familia como suelen ser todos los cumpleaños, fue una comida, ya que tenía partido de voley por la tarde.

Llegó la tarde, llegó el partido.
Comencé a calentar y empezó a venir la gente: mi gente de Fuenlabrada, que siempre estaban ahí apoyándome en todos o casi todos mis partidos; mi gente de clase, mis chicos TAFAD, que hicieron un esfuerzo enorme y vinieron incluso más de la mitad de la clase, por lo que me hizo una ilusión increíble; algunos de mis amiguitos de aquí de Getafe; y por último, mi familia, que siempre siempre están apoyándome, ya sea en un partido de voley o en cualquier momento de mi vida que necesite apoyarme en alguien.

Empezó el partido, un poco desilusionado porque los dos primeros sets no jugué (Dios sabrá por qué), aún así teniendo el apoyo de mi gente desde la grada, los gritos de todos y especialmente los de mi padre que "como no sacara de una puta vez al 5, se cagaba en Dios" (quizá eso ayudó bastante).
2 sets a 0, ganábamos nosotros, y por fin salí al campo. La grada en pie mientras me cantaban el Cumpleaños Feliz (yo no sabía dónde meterme, me moría de la vergüenza pero, sinceramente, me encantaba). Acabamos jugando dos sets más, terminando el partido 3-1 para nosotros, y recuerdo que durante los casi 100 puntos de esos 2 sets que jugué, noté cómo me temblaban todas las partes de mi cuerpo; metiese un puntazo increíble o hiciese la cagada de mi equipo, la gente estaba ahí, animándome, y eso me hacía sonreír.
Terminó el partido, nos saludamos los dos equipos y... ¡SORPRESA! Tenían una pancarta preparada, junto con un bizcocho, que sacaron mientras todo el pabellón me cantaba de nuevo el Cumpleaños Feliz... Me volví a morir de la vergüenza, pero creo que fue el momento de mi vida en el que más querido llegué a sentirme, vi cómo todos los que estuvieron allí sonreían mientras me veían sonreír a mí, fue algo increíble, único.

Quiero agradecer a todos los presentes en aquel día (y a los que por alguna razón u otra no pudieron asistir, aunque querían...) el haberme hecho el chico más feliz del mundo durante esas 23 horas (dado que fue ese el domingo en el que a la madrugada se adelantaba una hora el reloj...). Sin duda alguna, fuese porque fuese mi cumpleaños o por la razón que fuese, fue un día inolvidable, pero lo que sé de seguro es que fue así por todo el cariño que recibí de toda aquella gente que hizo de aquel día un día tan especial.

Será difícil mejorar aquel 25 de Marzo de 2012 pero, ¿quién sabe? ;)

lunes, 18 de marzo de 2013

Una mala racha...

Hace tiempo que no escribo, no por falta de ganas, tampoco por falta de inspiración... Quizá por falta de fuerzas para hacerlo.

La verdad es que me considero una persona normal, como otra cualquiera, aunque últimamente me he dado cuenta de que soy más fuerte de lo que creía, mucho más.
Llevo ya más de 15 años soportando una enfermedad, la mayoría de ellos en los cuales ésta había remitido, pero pasándolo mal cuando brotaba, cuando volvía a aparecer. Dicen que la artritis, que es de lo que estoy hablando y, por desgracia, sufro, es una enfermedad de "gente mayor"; sí, una gran cantidad de la gente con edad elevada tiene esta enfermedad, pero también hay jóvenes que la poseen, yo entre ellos. Llevaba ya unos 5 años sin ningún síntoma de ella, disfrutando de la movilidad plena de todas mis articulaciones, hasta hace relativamente poco, que empecé con los dedos de ambos pies, después se le sumó la rodilla derecha y ahora también noto inflamación en el talón derecho... Y todo esto sin contar las arritmias en el corazón, junto con ansiedad, no sé si a causa de todo esto que me está pasando en tan poco tiempo o qué.

No escribo para dar pena, ni mucho menos. A pesar de todo esto que me está pasando, me considero muy afortunado por todas las cosas buenas que tengo a mi alrededor. De hecho, quizá esto me lo tomo como un "error" de la vida, de mi vida (a pesar de que yo no tenga nada que ver en que tenga que sufrir esta enfermedad), me lo tomo como algo constructivo que me hace valorar mucho más todo lo que tengo a mi alrededor que quizá antes no valoraba como se merecía.

Como ya he dicho antes, me considero una persona fuerte, que a pesar de todo, sigue adelante, aunque he de decir que todo esto no lo conseguiría si no tuviese a la gente que tengo en mi vida, haciendo gran hincapié en mi familia y en algunos de mis amigos que han estado ahí cuando podrían haber "aprovechado" su tiempo de una manera más eficiente. 

Puede sonar egoísta, pero siempre alegra ver cómo una persona es capaz de dejar de hacer lo que le gustaría hacer por estar contigo cuando más lo necesitas.

domingo, 30 de diciembre de 2012

The end.

Ya llega el fin de año, esa época en la que la melancolía llama a tu puerta más de lo normal, haciéndote así recordar mucho más todo lo vivido a lo largo de este año.

A todos, por estas épocas, nos pasa: nos gusta "evaluar" cómo ha sido este año que pasa; recordar tanto los momentos felices como los momentos tristes, tanto los éxitos conseguidos como los errores cometidos, tanto las personas que han llegado a nuestra vida como las que se han alejado de ella,...

Es evidente que, a la vez que este año me han pasado cosas buenas, también ha habido muchos momentos que no han sido agradables de vivir, pero lo que sí sé es que los buenos momentos han sido tan sumamente buenos que han hecho que los malos lleguen a ser más que insignificantes. Y... ¿Sabéis qué? Esto sólo ha podido ser así gracias a algunas personas, muchas quizá de lo que me siento realmente orgulloso. Cada momento que recuerdo es un detalle, pero cada persona con la que he vivido esos momentos tan buenos son REGALOS que me llevo de este año 2012.

El haber conocido a las personas que he conocido, el haber profundizado con las personas que ya conocía y el haber dejado ir a las personas que no merecían la pena, ha hecho que cada vez valore más lo que es la vida. Ya que, para mí, una vida sin la gente a la que quiero, no sería una vida, sino un martirio de años y años con un final tardío.

Gracias por hacerme tan feliz este 2012 y gracias, por adelantado, para los que queráis seguir formando parte de mi vida en estos próximos años.

martes, 23 de octubre de 2012

Perder el tiempo...

Creemos tener mucho tiempo, pero tiene un límite. Sí que es verdad que muchas veces parece interminable, que incluso es muchísimo el que tenemos, pero es lo que digo, el tiempo se acaba.
Muchas veces creemos estar haciendo lo correcto, con la o las personas adecuadas. Me explico mejor. A veces, solemos tener tanto tiempo que lo (mal)gastamos muchas veces con cosas o personas, simplemente por el hecho de que nos apetece, nos resulta gratificante realizarlo en ese momento, disfrutamos incluso haciéndolo... 

Hasta que llega el día. Llega el día en el que ese tiempo empleado en la realización de lo que creíamos productivo, sea una relación, una amistad, un trabajo cualquiera, etc., resulta haber sido en vano. El tiempo, desafortunadamente, no nos sobra, aunque creamos que sí, pero de lo que sí estoy seguro es que no debemos derrocharlo de esta forma, haciendo cosas que no merecen la pena, sea para conseguir algo o a alguien, o incluso algo de alguien que nunca conseguiremos.

Me considero un chico que no quiere perder por nada del mundo el tiempo que se le ha dado, pero sí es cierto que puedo llegar a ser una de las personas de este planeta que más lo pierde. Aún así, se dice que de los errores se aprende, así que tengámoslo siempre en cuenta; aprendamos a hacer lo que debamos por las cosas o personas que debamos, en el momento que debamos. Quizá nos ahorremos alguna que otra comedura de cabeza...

lunes, 3 de septiembre de 2012

Casualidades, otra vez...

Hará unos meses conocí a una chica que en pocos días me hizo ver que era una bellísima persona, y recuerdo que tenía un tatuaje muy curioso que decía así: "Sonríe, no existen las casualidades".

Muchas veces me ha dado que pensar esa frase, pero hace unos días me dio más que pensar aún...

Mi abuela, antes de fallecer, tenía una mujer consigo que la cuidaba, llamada Roxana. Era muy amable y muy buena cuidadora, no teníamos queja alguna, pero ya cuando mi abuela se fue, no la volví a ver más en un tiempo. 

Después de aquello, un 10 de Mayo de 2011, a Roxana no la volví a ver... Pasó el tiempo y seguía acordándome de mi abuela, hasta que pasó un año, 10 de Mayo de 2012, típico día en el que te acuerdas más aún... Salí de casa con mi madre a hacer unas cosillas, y me encontré a Roxana. Me pareció extraño verla ya que, joder, qué casualidad verla justo un año después, el mismo día que murió mi abuela... Pues la vi. Unos días pensando y dándole al coco por aquella... "casualidad".

Meses después, el 31 de agosto de 2012, mi abuela cumpliría 81 años, un día también especial en el que sueles acordarte más de lo normal, salí con mi madre a comer por ahí, hablamos del tema, de que cumpliría 81 años ya, y recordando momentos con ella, con mi abuela, y salimos del restaurante y nos encontramos con Roxana, una vez más. Me quedé un poco anonadado, porque me resulto muy... "casual", que sólo la vea días así, que me unen con los recuerdos de mi abuela, días que la recuerde más de lo normal...

Mi conclusión de todo esto es que, como bien dice mi amiga, "Las casualidades no existen", así que me tomaré estas supuestas... "casualidades" como la forma que tiene mi abuela de decirme, desde donde quiera que esté, que está bien.

jueves, 16 de agosto de 2012

Rencor.

Varios días pensando, he llegado a la conclusión de que el rencor no sirve para nada. Sí, si eres rencoroso será difícil que cambies así sin más, pero si lo piensas fríamente, ser rencoroso sólo sirve para hacerte daño a ti mismo.

Me he dado cuenta de esto porque yo soy muy rencoroso, es uno de mis muchos defectos. Tengo muy buena memoria, para la mayoría de las cosas, y por desgracia me acuerdo de muchas de las cosas malas que la gente me ha hecho causándome daño, sea consciente o inconscientemente, y no lo puedo remediar; pero lo que sí puedo remediar es que, en vez de pensar en esas cosas, miraré el lado bueno, pensaré en las muchas cosas buenas que he hecho con esas personas, seré tal y como soy, sin ningún rencor; eso sí, que intente dejar de ser rencoroso no quiere decir que empiece a ser imbécil. Siempre hay que hacer las cosas con un poquito de cabeza.

Aunque parezca larga, la vida es muy corta, y un consejo que doy es que la disfrutemos intentando pensar lo menos posible en los problemas, pensando lo justo en ellos, arreglándolos lo antes posible y disfrutar de la vida, de los momentos y de la gente que nos rodea lo máximo posible.

martes, 31 de julio de 2012

Cambio de papeles.

He soñado contigo. Sólo estábamos tú y yo, no había nadie más; pero algo había que hacía que diferenciase con claridad la vigilia del sueño, por lo menos esa noche...

Esta vez, eras tú quien me elogiaba en cualquier momento para hacer que me sintiese bien, sin pedir nada a cambio, simplemente porque te apetecía; eras tú quien me proponía planes para vernos y estar juntos; eras tú quien estaba muy pendiente de mí, preocupándote en todo momento en si estaba bien o no; eras tú quien, a pesar de mis malas contestaciones y mi mal humor, luchaba por sacarme una sonrisa hasta conseguirlo; eras tú quien ponía interés en que la relación que teníamos siguiese adelante...

Esta vez era yo el pasota, al que le daba igual todo; era yo quien dejaba un tema sin hablar pensando que ya se arreglaría sólo; era yo quien parecía que no tenía sentimientos; era yo el que siempre llevaba la razón, y nunca daba su brazo a torcer aún sabiendo que no llevaba razón alguna; era yo el que nunca pedía perdón, porque nunca creí que tuviese yo la culpa...

¡Vaya! Una pena que sólo fuese un sueño...