domingo, 30 de diciembre de 2012

The end.

Ya llega el fin de año, esa época en la que la melancolía llama a tu puerta más de lo normal, haciéndote así recordar mucho más todo lo vivido a lo largo de este año.

A todos, por estas épocas, nos pasa: nos gusta "evaluar" cómo ha sido este año que pasa; recordar tanto los momentos felices como los momentos tristes, tanto los éxitos conseguidos como los errores cometidos, tanto las personas que han llegado a nuestra vida como las que se han alejado de ella,...

Es evidente que, a la vez que este año me han pasado cosas buenas, también ha habido muchos momentos que no han sido agradables de vivir, pero lo que sí sé es que los buenos momentos han sido tan sumamente buenos que han hecho que los malos lleguen a ser más que insignificantes. Y... ¿Sabéis qué? Esto sólo ha podido ser así gracias a algunas personas, muchas quizá de lo que me siento realmente orgulloso. Cada momento que recuerdo es un detalle, pero cada persona con la que he vivido esos momentos tan buenos son REGALOS que me llevo de este año 2012.

El haber conocido a las personas que he conocido, el haber profundizado con las personas que ya conocía y el haber dejado ir a las personas que no merecían la pena, ha hecho que cada vez valore más lo que es la vida. Ya que, para mí, una vida sin la gente a la que quiero, no sería una vida, sino un martirio de años y años con un final tardío.

Gracias por hacerme tan feliz este 2012 y gracias, por adelantado, para los que queráis seguir formando parte de mi vida en estos próximos años.

martes, 23 de octubre de 2012

Perder el tiempo...

Creemos tener mucho tiempo, pero tiene un límite. Sí que es verdad que muchas veces parece interminable, que incluso es muchísimo el que tenemos, pero es lo que digo, el tiempo se acaba.
Muchas veces creemos estar haciendo lo correcto, con la o las personas adecuadas. Me explico mejor. A veces, solemos tener tanto tiempo que lo (mal)gastamos muchas veces con cosas o personas, simplemente por el hecho de que nos apetece, nos resulta gratificante realizarlo en ese momento, disfrutamos incluso haciéndolo... 

Hasta que llega el día. Llega el día en el que ese tiempo empleado en la realización de lo que creíamos productivo, sea una relación, una amistad, un trabajo cualquiera, etc., resulta haber sido en vano. El tiempo, desafortunadamente, no nos sobra, aunque creamos que sí, pero de lo que sí estoy seguro es que no debemos derrocharlo de esta forma, haciendo cosas que no merecen la pena, sea para conseguir algo o a alguien, o incluso algo de alguien que nunca conseguiremos.

Me considero un chico que no quiere perder por nada del mundo el tiempo que se le ha dado, pero sí es cierto que puedo llegar a ser una de las personas de este planeta que más lo pierde. Aún así, se dice que de los errores se aprende, así que tengámoslo siempre en cuenta; aprendamos a hacer lo que debamos por las cosas o personas que debamos, en el momento que debamos. Quizá nos ahorremos alguna que otra comedura de cabeza...

lunes, 3 de septiembre de 2012

Casualidades, otra vez...

Hará unos meses conocí a una chica que en pocos días me hizo ver que era una bellísima persona, y recuerdo que tenía un tatuaje muy curioso que decía así: "Sonríe, no existen las casualidades".

Muchas veces me ha dado que pensar esa frase, pero hace unos días me dio más que pensar aún...

Mi abuela, antes de fallecer, tenía una mujer consigo que la cuidaba, llamada Roxana. Era muy amable y muy buena cuidadora, no teníamos queja alguna, pero ya cuando mi abuela se fue, no la volví a ver más en un tiempo. 

Después de aquello, un 10 de Mayo de 2011, a Roxana no la volví a ver... Pasó el tiempo y seguía acordándome de mi abuela, hasta que pasó un año, 10 de Mayo de 2012, típico día en el que te acuerdas más aún... Salí de casa con mi madre a hacer unas cosillas, y me encontré a Roxana. Me pareció extraño verla ya que, joder, qué casualidad verla justo un año después, el mismo día que murió mi abuela... Pues la vi. Unos días pensando y dándole al coco por aquella... "casualidad".

Meses después, el 31 de agosto de 2012, mi abuela cumpliría 81 años, un día también especial en el que sueles acordarte más de lo normal, salí con mi madre a comer por ahí, hablamos del tema, de que cumpliría 81 años ya, y recordando momentos con ella, con mi abuela, y salimos del restaurante y nos encontramos con Roxana, una vez más. Me quedé un poco anonadado, porque me resulto muy... "casual", que sólo la vea días así, que me unen con los recuerdos de mi abuela, días que la recuerde más de lo normal...

Mi conclusión de todo esto es que, como bien dice mi amiga, "Las casualidades no existen", así que me tomaré estas supuestas... "casualidades" como la forma que tiene mi abuela de decirme, desde donde quiera que esté, que está bien.

jueves, 16 de agosto de 2012

Rencor.

Varios días pensando, he llegado a la conclusión de que el rencor no sirve para nada. Sí, si eres rencoroso será difícil que cambies así sin más, pero si lo piensas fríamente, ser rencoroso sólo sirve para hacerte daño a ti mismo.

Me he dado cuenta de esto porque yo soy muy rencoroso, es uno de mis muchos defectos. Tengo muy buena memoria, para la mayoría de las cosas, y por desgracia me acuerdo de muchas de las cosas malas que la gente me ha hecho causándome daño, sea consciente o inconscientemente, y no lo puedo remediar; pero lo que sí puedo remediar es que, en vez de pensar en esas cosas, miraré el lado bueno, pensaré en las muchas cosas buenas que he hecho con esas personas, seré tal y como soy, sin ningún rencor; eso sí, que intente dejar de ser rencoroso no quiere decir que empiece a ser imbécil. Siempre hay que hacer las cosas con un poquito de cabeza.

Aunque parezca larga, la vida es muy corta, y un consejo que doy es que la disfrutemos intentando pensar lo menos posible en los problemas, pensando lo justo en ellos, arreglándolos lo antes posible y disfrutar de la vida, de los momentos y de la gente que nos rodea lo máximo posible.

martes, 31 de julio de 2012

Cambio de papeles.

He soñado contigo. Sólo estábamos tú y yo, no había nadie más; pero algo había que hacía que diferenciase con claridad la vigilia del sueño, por lo menos esa noche...

Esta vez, eras tú quien me elogiaba en cualquier momento para hacer que me sintiese bien, sin pedir nada a cambio, simplemente porque te apetecía; eras tú quien me proponía planes para vernos y estar juntos; eras tú quien estaba muy pendiente de mí, preocupándote en todo momento en si estaba bien o no; eras tú quien, a pesar de mis malas contestaciones y mi mal humor, luchaba por sacarme una sonrisa hasta conseguirlo; eras tú quien ponía interés en que la relación que teníamos siguiese adelante...

Esta vez era yo el pasota, al que le daba igual todo; era yo quien dejaba un tema sin hablar pensando que ya se arreglaría sólo; era yo quien parecía que no tenía sentimientos; era yo el que siempre llevaba la razón, y nunca daba su brazo a torcer aún sabiendo que no llevaba razón alguna; era yo el que nunca pedía perdón, porque nunca creí que tuviese yo la culpa...

¡Vaya! Una pena que sólo fuese un sueño...

miércoles, 25 de julio de 2012

Errores.

Desafortunadamente, todo humano comete errores; unos más, otros menos, pero todos los tenemos alguna que otra vez. Nadie es perfecto.

A veces, dichos errores, nos sirven para aprender, para no volver a tropezar con la misma piedra, para crecer como personas y madurar gracias a ellos, aunque supongo que esto no nos pasa a todos ya que, aún viendo y sabiendo que lo que estamos haciendo en muchas ocasiones es en vano, seguimos intentándolo, ciegamente. Llega un momento, a veces tardío, que logras abrir los ojos y darte cuenta de que lo que has estado o estás haciendo es perder el tiempo; es decir, cometes el error de gastar tiempo tontamente en algo o alguien que, en verdad, no merece la pena, pero siempre acabas dándote cuenta de dicho error y logras superarlo y no volver a cometerlo.

La mejor forma de no volver a cometer errores es a través de la experiencia. Una persona que ha cometido un error y se ha dado cuenta de que lo único que ha acarreado haberlo hecho han sido cosas malas, tiene más posibilidades de no volver a cometerlo que una persona que se crea que no comete nunca errores. De los errores se aprende, no sirve de nada equivocarse si no vas a aprender de ello e intentar que no vuelva a ocurrir.

miércoles, 11 de julio de 2012

Casualidad.

Vuelta a lo mismo, recapacitemos un poco más sobre la vida.

¿No os resulta una tremenda casualidad que en esta vida, en esta época, en este instante, haya personas con las que tengamos tantas cosas en común? Estas veces que te encuentras con alguien y le conoces más y más y te das cuenta de que tenéis mil cosas en común, y que, joder, qué casualidad que se haya cruzado en tu camino...; esa persona correspondida con la que compartes miles de cosas y que conociéndola más, te das cuenta de que podría ser la mujer o el hombre de tu vida...

Qué casualidad que haya en el mundo no sé cuántas mil millones y millones de personas, y coincidas con la persona que quizá te haga feliz durante el resto de tu vida, aún siendo simplemente un amigo... Esa persona que la ves sonreír, y sonríes; que la ves triste, y vas corriendo a hacerla sonreír; esa persona que siempre está en tus recuerdos buenos, y también en los malos, intentando convertirlos en algo mejores;...


Reflexionándolo bien, si esa o esas personas que han aparecido en nuestras vidas tienen tanto en común con nosotros mismos, será por algo... En fin, casualidades de la vida.

lunes, 9 de julio de 2012

¿Cuántas veces...?

¿Cuántas veces no habremos soñado con la persona que nos gusta y con lo que nos gustaría hacer con ella? ¿Cuántas veces no habremos soñado cosas que nos gustaría que pasaran, como volver a ver a ciertas personas que no volveremos a ver nunca más? ¿Cuántas veces no habremos soñado con que nosotros o un ser querido es herido, o con que alguien cercano a nosotros se muere?

Cada sueño es un universo inmerso dentro de nosotros mientras dormimos. Nuestras esperanzas, ambiciones, deseos y miedos constituyen una vía de acceso a realidades que están más allá del alcance de la lógica. Los sueños son la manera por la cual el subconsciente considera y procesa todos los problemas que se encuentran en nuestra propia vida despierta.

Dicen que muchos de los sueños que tenemos son porque aquello que soñamos, lo deseamos, lo añoramos. La verdad es que de todos los sueños que he tenido y que haya recordado o recuerde ahora mismo, la gran mayoría, por no decir todos, han sido de aquello que quiero o que echo de menos... ¿A quién no le ha pasado eso de que estás soñando con lo que más te gusta en el mundo y notas que te despiertas, y lo único que haces para no despertarte es cerrar los ojos con todas tus fuerzas? Y lo siguiente a esto seguro que es volver a intentar conciliar el sueño de nuevo para volver a soñar con lo que felizmente estábamos soñando antes pero... ¡Qué ilusos somos!

miércoles, 4 de julio de 2012

Lucha.

Muchas veces te paras a pensar un instante si lo que estás haciendo por esa persona es lo adecuado; si alguna vez conseguirás todo eso que te propones con ella; si todo el tiempo que has estado o estás gastando con y por ella se verá recompensado en un futuro; si ella sentirá lo que tú sientes cuando estáis juntos; si cuando no estáis juntos piensa en ti tanto como tú en ella; si te quiere tanto como la quieres tú;...

Muchas veces también nos preguntamos: ¿querré de verdad saber si lo estoy haciendo bien? ¿No os ha pasado alguna vez que te enamoras o te encaprichas por alguien, y aún sabiendo que casi el 100% de tus posibilidades son nulas, quieres seguir intentándolo?

Por lo que mi experiencia me dice, las personas estamos obcecadas en conseguir un determinado fin, tengamos posibilidad o no de lograrlo, pero creo que, en vez de rendirse, lo mejor es luchar por dicho fin e intentar conseguirlo porque, quizá sea mejor intentarlo y perder, que vivir sin saber si lo pudiésemos haber conseguido.

miércoles, 27 de junio de 2012

Tiempo...

Muchas veces creemos que todo esto es infinito, sin preocuparnos realmente por todo lo que nos rodea. Vivimos sin darnos cuenta de que en cualquier momento, todo esto que estamos viviendo, puede acabar, sin aprovechar, quizá al máximo de nuestras posibilidades, cada momento vivido con aquellas personas que deseamos.
Es posible que si cada uno de nosotros, en algún momento de nuestra vida, pensásemos o recapacitásemos sobre el tiempo de vida que tenemos o podríamos tener, aprovecharíamos mucho más todos los momentos que la vida nos presenta. Cada momento es único, nunca más se volverá a repetir, por lo que tenemos que disfrutar de cada uno de ellos lo más que podamos.
Es posible que si no lo haces, acabes arrepintiéndote.

Creemos ver que la vida es muy larga; 60, 70, incluso 80 años se pasan volaos. Tenemos que aprovecharla: la vida, los momentos, las personas que hacen que los momentos sean dignos de recordar... Porque nadie sabe lo que viene después de esto; yo lo único que sé es que, hablando por mí, es muy complicado que mejore la vida que estoy viviendo, muy complicado que mejore los momentos que estoy disfrutando, e imposible que logre mejorar las personas que tengo a mi lado.